El 7 de agosto presenté, en la Academia de Geografía e Historia, una charla que ilustra el tema del Retrato y el Paisaje Regional. Al mismo tiempo he estado trabajando un artículo que se titula Pintores europeos en Guatemala / el encuentro de dos culturas. Ambos trabajos ponen en relieve la importancia que tuvo el siglo XIX y sus protagonistas en la generación de 1910 y la del 20.
Pero ¿por qué el material está tan disperso cuando este existe? La Sociedad Económica de Amigos del País fundó dos escuelas -una de dibujo y otra de escultura- que en apariencia funcionaron buena parte del siglo. De la primera es más fácil rescatar nombres, aunque no haya demasiadas obras que interpretar y de la segunda casi no hay rastros para seguir.
El fortuito arribo de Lorenzo y Francisco Durini al país, acompañados por un séquito de profesionales relacionados a la arquitectura y las bellas artes en 1883 representó un espaldarazo a la creación visual de aquel momento. Diez años después llegaría Antonio Doninelli con otro equipo parecido.
Conforme se fueron afincando, formaron artistas locales que rápidamente asimilaron técnicas académicas que abrirían a la generación de 1910 las puertas de Europa y México: Ernesto Bravo, Agustín Iriarte, Alberto Aguilar Chacón, Rafael Rodríguez, Miguel Ángel Chávez, el malogrado Carlos Valenti y Carlos Mérida, solo para mencionar algunos nombres. Ello sin mencionar a Federico Schaefer o Carmen de Pettersen que regresan a Guatemala en los años 20.
La I Guerra trajo de vuelta a los artistas que estaban estudiando en España, París e Italia. Mérida sorprende con sus pinturas sintéticas que incluían retratos de indígenas y paisajes sublimados. Es en ese momento que Alfredo Gálvez Suárez absorbe esta nueva figuración y a partir de 1920, los artistas emergentes se interesan en la temática. Este segundo decenio queda definido por la fundación de la ENAP y con ella, su sala de exposiciones.
Esa década del 20, entonces, es la que aporta tópicos y variantes relacionados con el interior del país y propone a artistas como Antonia Matos, Ovidio Rodas Corzo, Salvador Saravia, Valentín Abascal, Jaime Arimany (que poco después estudiaría en la Academia de San Carlos), Hilary Arathoon, entre varios más, los cuales serían liderados por Humberto Garavito quien, en 1927, se une a las tendencias en boga. Guillermo Monsanto
Pintura realizada por: Salvador Saravia
Comments