La obra de Carlos Williams Whitaker es un llamado a la observación detenida. Las propiedades de su obra así lo requieren.
Las abstracciones que el artista presenta son por mucho, una obra que no busca ser entendida y, muy por el contrario, necesita ser percibida por el espíritu, por la parte más sensible del ser humano. La cuestión figurativa presenta un mensaje claro, apoyado por las formas y el color expresados en los reflejos de elementos visuales cotidianos. No sucede esto con la abstracción; una actividad fuera de la figuración comprensible es un desafío para la mente racional, que siempre busca ver objetos que se puedan verbalizar. Sin embargo, figuras y formas que no correspondan a un verbo o sustantivo, ofrecen estímulos de la mas extrema pureza para el lado derecho del cerebro, la parte sensible y es esta cualidad, la que el artista estimula.
Whitaker presenta registros de un trabajo que ha motivado su creatividad. Basándose en medios creativos de actualidad y de carácter digital, ha efectuado modelaciones de diversa composición, agregando colores agradables y al mismo tiempo contrastantes, sin afectar el ritmo visual. Su formación como arquitecto le confiere tales destrezas y le permite crear espacios en tres dimensiones que más allá de la funcionalidad, presente belleza y armonía.
Tras una experiencia escultórica en Brasil, el artista se sumerge en la conceptualización de su propuesta y es aquí donde hace presencia la necesidad de apreciación. No hay un argumento rebuscado y, al contrario, deja que los efectos naturales de la luz ejerzan su influencia.
Su trabajo digital muestra los modelados y color con una visión única y al mismo tiempo variable. Consiente de los efectos de la luz sobre los objetos, ha dejado que diferentes matices de luz recorran sus creaciones, de tal forma que cada pieza muestra un registro del resultado de determinada luz, a determinada hora y época del año. La luz creando un abanico de sombras y matices sobre las superficies, es el ingrediente principal que origina por si sola, la abstracción geométrica de la propuesta artística.
El trabajo de los impresionistas le sirve de referencia al recalcar el descubrimiento de los efectos luminosos y cromáticos que se obtiene gracias a la luz y sus leyes físicas.
Esta mirada hacia los maestros del impresionismo se retoma hoy en nuevos medios. Le permiten hacer un juego de color y formas que llegan casi a una abstracción analítica, pero que mantienen el naturalismo provocado por el fenómeno lumínico mencionado anteriormente. El artista crea de la naturaleza, abre una ventana para que esta se manifieste ante nosotros y no hace más que crear esas pautas para que con esa libertad, la apreciación sea como la de un observador del impresionismo.
Se encuentra disponible al público en el Salón del Coleccionista del 5 al 29 de junio de 2019.
Fotografía: Selvin García.