Cumplidos los treinta años de Galería El Attico (año 2018), es momento justo para celebrar a uno de los pintores quezaltecos con una trayectoria tan larga (cuarenta años) como connotada: Carlo Marco Castillo, quetzalteco nacido en 1954.
Guillermo Monsanto lo cita como una de las máximas figuras de la generación del setenta, al lado de personajes como Zipacná de León, Moisés Barrios y Erwin Guillermo.
En su haber, se cuenta el Glifo de Oro, Artistas Invitados, Cuarta Bienal de Arte Paiz, en 1984, mismo año en que recibe mención honorífica en el certamen Arturo Martínez. Fue también, en el año 2000, finalista del certamen Juannio. Su labor incluso a nivel internacional le ha llevado a exponer en Francia, Japón, El Salvador, Inglaterra, Honduras, España, Nicaragua, China y Estados Unidos.
Celebrando tales logros, el Salón del Coleccionista alberga sus obras de formatos diversos, cuya temática gira en torno a la abstracción geométrica y también expresionista.
Valiéndose de esas composiciones, Castillo deja que los colores vibrantes se desarrollen en la totalidad del lienzo, dando movimiento a los espacios creados mediante líneas de gran precisión, y que, lejos de apreciarse estáticas y frías, se muestran dinámicas y sugerentes.
En palabras del autor, dichas composiciones surgen a partir de dibujos y bocetos realizados hace varios años y que en determinados momentos, ha reinterpretado en nuevos lienzos como en la ocasión actual.
Sus ideas bosquejadas en papel, han vuelto en esta ocasión como una especie de retrospectiva que refleja sin embargo, se ve renovada hoy en día.
Algunas de sus obras, en ocasiones, son motivo de comparación con artistas como Margarita Azurdia y Daniel Schafer, sin embargo, las de Carlo Marco continúan con su personalidad propia. Las propuestas van desde la abstracción analítica hasta el collage, en el que el lienzo se ve intervenido por trazos de hilo que marcan los espacios y delimitan el color, aportando volumen y textura a los espacios creados.
Su obra permanece y es gracias a su constancia, y Galería El Attico se une al reconocimiento de dicho esfuerzo, lucha que celebra ahora sus cuatro décadas.
Fotografía: Selvin García.