Las mariposas son siempre una representación de la belleza. Su metamorfosis es siempre un símbolo de la transformación y la renovación, dejando atrás todo para elevarse con sus nuevas alas. Las féminas tienen esa delicadeza de mariposa. Son símbolo de belleza y de transformación, siempre delicada y libre.
El Maestro Manolo Gallardo nos muestra al desnudo esa belleza en la que convergen las figuras femeninas y estos seres alados de singular belleza. Mediante el uso perfecto del óleo, el material noble por excelencia, nos muestra estas delicadas criaturas, que nos seducen con su mirada y su inocencia.